martes, 7 de octubre de 2014

BESO ROBADO

Por un beso de tus labios
que te robé la otra vez
como si fuera un delito
me demandaste al juez.
¿Y por eso tanto grito?
Ahora te devuelvo el beso 
¡Ven dame mi libertad!
Por un beso de tu boca
yo daría la vida entera
pues sabes que me provocas
y alejas mis quimeras.
En ese beso daría
todas mis ansias febriles
y la hermosa fantasía
resumida en mis abriles. 
Y con tu vida yo haría
un caminito dorado
por el beso enamorado
de tu bella poesía.
Palpitante  sinfonía
de un beso que siempre aloca
y robado de tu boca
se hace ternura y mieles
entre despiertos abriles
que como flores me toca.
Que como flores me toca
darle a mi beso dormido
un destino conducido 
hacia el albor de tu boca
y se desnudan las ansias 
con su tropel de desvelos
mientras siento entre  mis labios
un  sabor de caramelo.
Un sabor de caramelo
desde tu boca de fresa
con esa delicadeza
emanada de tu cielo.
Entonces yo sigo el vuelo
del beso con su vaivén
me parece que también
fuera gota de rocío
porque es el dulce brío
del sol que me dice ¿Ven!
 
El sol insistente llama
hacia un dulce albedrío
porque se enciende la flama
de tu beso con el mío.
Igual que el rayo en su fuego
o su anuncio en la alborada,
o el colibrí que hace juego
a la flor engalanada.
 
A la flor engalanada
que se viste de ambrosía,
y el jardín de poesía
lo convierte en alborada.
Y así acaba esta jornada
por un beso iluminado,
que en las letras ha jugado
como un duende. Es como el mar
Trina y Antonio EScobar
juegan al “Beso Robado”
Antonio EScobar/Trina Mercedes Leé de Hidalgo

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