
Yo tengo una pava echada
con un huevo sabrosón
si no te gusta ese huevo
alzo mi pava y me voy.
Del folclore
Le decía a mi vecina
en mi charla cotidiana,
en mi corral vive ufana
una pava cantarina.
Parece que se avecina
el día de su camada.
La vi muy entusiasmada
con su mirada brillante
y le dije en ese instante
yo tengo una pava echada.
Ya he observado su nido,
luce bello el primer huevo,
si quiere, venga, la llevo
y vea como ha salido.
A su costado yo he ido
invadido de emoción,
la acompañé esta ocasión
y vea como lo arropa,
y le dije, haga una sopa
con un huevo sabrosón.
Ella me miró sonriente
un poco ruborizada,
y mi conciencia asustada
me reprendió, de repente.
“Si me critica la gente
si a mi marido relevo?
Mire vecino, no puedo…”
Y yo le dije: ¿Por qué?
No hagas sopa ni puré
si no te gusta ese huevo.
Y bien vecina, qué pena,
yo le hice esta invitación,
escuchando al corazón
que late de pasión plena.
Las pisadas en la arena
se borran donde yo estoy.
Si me confesión le doy
y la rechaza, a Dios pido,
que me conceda otro nido
alzo mi pava y me voy.
Antonio EScobar Mendívez
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