No quiero que te vayas
de mis manos,
tu ternura la siento
entre mis dedos
la palpo con amor,
es mi lucero
alumbra mis caminos
y mi vida.
Te miro con ternura,
un beso quiero
dibujar despacito
alli en tus ojos
¿Por qué no
eres eterna?
¿Por que huyes?
Te doy mi corazón
como morada.
Deja posar mis labios
en tus alas
un ósculo infinito
de durazno
y ser cárcel
dorada, cancerbero.
La tierra vestirá tules de nácar,
el viento cantará por todo el mundo
tu lenguaje de luz, mi PAZ soñada.
Antonio EScobar Mendívez
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