Poco a poco se va.
Es como una ola,
besa la arena
con su espuma. Intensa
mente ama con locura.
El alma tensa
al corazón se ata.
Es una amapola
el tiempo la deshoja.
No está sola
la acompañamos siempre.
Es inmensa
arboleda. Florece.
El hombre piensa
quiere sea su
eterna barcarola.
Es un océano
con su fauna y flora,
con sus misterios
y sus dulces huellas
quedan y la mirada
está perdida.
Es un maná, se acaba,
el hombre llora
porque termina
tal fugaz estrella
que Dios le ha regalado:
Es la vida.
A. EScobar Mendívez
QUE BELLO POEMA TE FELICITO DULCE POETA PERUANO ,ME ENCANTACOMO ESCRIBES, SALUDOS
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